Con pocas jornadas de diferencia hemos visto como aficionados del Real Madrid sufren agresiones e insultos en campos rivales, en el Reyno de Navarra (Osasuna), Camp Nou (Barcelona) y San Mamés (Athletic de Bilbao) se han dado hechos desagradables para madridistas.
La parte fea del fútbol, lo que le quita brillo al espectáculo que es este deporte es esa, trifulcas en las calles, batallas campales en celebraciones (siempre son una minoría que aprovechan eventos así para liarla), los insultos y peleas entre aficionados de unos y otros equipos.
Pero en mi opinión lo peor aún es que un grupo de hinchas rivales increpen a una minoría del otro. ¿No es bonito ver a hinchas con camisetas, banderas o bufandas diferentes abrazados? ¿Hablando? o ¿Dándose la mano?, es normal que existan diferencias y más en partidos tensos, pero se puede dialogar, no hace falta agredir.
Y en los últimos partidos del Madrid como visitantes hemos visto como increpaban a aficionados blancos. En el campo del Osasuna unos cuantos hinchas obligaron a retirar una bandera madridista (esta era blanca y no tenía más que el escudo del equipo) e increparon a un padre que había ido a disfrutar de un partido de fútbol con sus dos hijos pequeños.
En territorio del Barça al terminar el partido, un chaval con la camiseta del Real Madrid, sin meterse con nadie, ni hacer nada, se disponía a abandonar las gradas cuando fue abordado y agredido por unos cuantos aficionados cules.
Y el último en San Mamés 3 o 4 aficionados del Madrid son insultados e intimidados por aficionados del Athletic, obligando a estos a abandonar su sitio.
Lo peor de todo es la seguridad, en el primer caso llega muy tarde y lo que hacen es decirle al padre que quite la bandera, en el segundo y el tercer caso ni si quiera llegan.
Desde aquí critico tanto a los aficionados como a la seguridad de estos estadios que pasan del tema y dejan hacer a los agresores lo que les da la gana... patético.
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